(Spanish) La empresa para la que trabajo ha quebrado, y ahora... ¿Qué hago?

Eso fue exactamente lo que yo me pregunté a 24 de Julio de 2017 cuando nuestra CEO nos informaba de que se iban a iniciar los trámites para un concurso de acreedores, un ERE de extinción... En definitiva, que la empresa no tenía un duro.

Muchas veces se habla de lo que arriesgan los emprendedores cuando se embarcan en una nueva aventura, pero en este caso yo voy a hablar de algunos riesgos que corremos los trabajadores por cuenta ajena cuando decidimos unirnos a ellos en una de esas aventuras. En una de esas, que además, necesita mucha gasolina para arrancar y otra tanta para empezar a cubrir costes. Hay quien no es del todo consciente de esos riesgos y hay otros que simplemente los asumen como algo normal, pero lo que es innegable es que existen, y en este caso además de correrlos los sufrimos.

No voy a entrar a valorar el porqué o el cómo llegamos a esta situación, simplemente comentar que cuando el lunes 24 de julio nos comunicaron “la quiebra” no fue exactamente una sorpresa, sabíamos de ciertos problemas con los inversores actuales, habíamos tenido retrasos en nóminas anteriores y nos habían informado previamente de que la extra de julio (ahora soy más consciente de que este concepto no es más que un crédito gratuito para la empresa) no se iba a pagar a tiempo. Con esto quiero decir que algo nos olíamos, pero por otro lado, también nos informaban de que era bastante probable conseguir nueva inversión, algo en lo que yo confiaba bastante porque el producto estaba a días de ser lanzado (ese mismo día me llegaba el “ok” del último proveedor que nos permitiría arrancar, al menos, técnicamente). Ahora está claro que me equivocaba :P

Fue entonces cuando surgió la pregunta: ¿Qué hago ahora? Y lo primero es lo primero:

From now on, I am officially job searching. Based on Bilbao area or remote. Contact: DM or hello[at]albertovarela[dot]net. RTs are very welcome

Alberto Varela (@artberri) en Twitter a 24 de julio de 2017

Al menos así es como lo vi yo: si me quedo sin empleo… a buscar otro. Eso fue algo que personalmente tuve claro, pero a partir de ahí me surgían muchas dudas porque era una situación en la que, afortunadamente, no había estado anteriormente. Así que lo que quiero hacer con este post es simplemente contaros cuales fueron mis dudas y como se resolvieron en mi caso por si os sirve de algo.

Ese mismo día confirmamos lo que era evidente, que no ibamos a cobrar nada en julio, ni la nómina ni la extra. Pero la razón no era solo la falta de cash, sino que en una situación así parece ser que es el administrador concursal quien reparte el dinero que (no) queda en la hucha entre los acreedores, que por cierto, no somos solo los trabajadores. Entonces surge la primera duda: ¿Cuándo voy a cobrar?, o más importante aún ¿Voy a cobrar?, o ¿Quién c… es ese tal Administrador Concursal?. También nos dicen que no nos pueden echar, resulta que es necesario presentar un ERE de extinción porque en la empresa somos más de 10 trabajadores y que eso no es cosa de dos días. Entonces, si no me echan… más dudas: ¿Tampoco tengo paro?, o ¿Y aún que no cobre tengo que venir a trabajar?, o ¿Quién va a pagar mi hipoteca?. Pollo relleno de burocracia con salsa de incertidumbre, mi plato favorito.

Para acabar el día una buena noticia y una duda menos, nos dicen que al menos no tenemos que ir a trabajar, que no tenemos que presentarnos en nuestros puestos de trabajo, la entrada de capital se da por imposible y al tener 0 esperanzas en resucitar el proyecto mantenernos allí no es de recibo. Bueno, pues un “+1” de humanidad en este caso para la empresa, que oye, parece algo lógico, pero sé de buena tinta que éste no siempre es el caso y lo contrario nos hubiera generado, como veréis, infinidad de problemas.

Ese día salimos todos bastante acojonados de la ofi y sin saber qué íbamos a hacer al día siguiente, así que antes de ir para casa nos tomamos un café en el bar de abajo y allí decidimos irnos a un sindicato a pedir consejo. Ninguno teníamos una preferencia especial así que simplemente nos pusimos a patear por Bilbao en busca de alguno que nos atendiera al momento. Nada, era ya mediodía y el día siguiente era 25 de julio (fiesta en Bizkaia) así que estábamos en pleno día de “puente”, o no estaban abiertos o no podían atendernos en el momento (lógico), teníamos que dejarlo para el miércoles 26. Ahora vete a casa y cuéntalo. No fue un buen día. Nos lo tomamos con bastante humor la verdad, pero yo creo que fue más un “reir por no llorar”.

El miércoles 26 fuímos a trabajar. Lo decidimos así por miedo, no teníamos claro si no ir podría repercutirnos negativamente de alguna manera y además no teníamos un documento que acreditara que nos habían dado permiso para no ir, era algo de lo que simplemente nos habían informado verbalmente. También fuimos finalmente a un sindicato, donde nos dieron cita para otro día por no poder atendernos apropiadamente en ese momento, pero sí que nos aconsejaron seguir yendo a trabajar a menos que la empresa nos enviara por escrito un “permiso retribuido” para no hacerlo. Así que esa misma tarde lo solicitamos.

El jueves 27 de julio la empresa nos envío un email con el permiso retribuido. Personalmente esto fue un alivio. Pero también llegaron otras novedades para los que como yo somos unos ignorantes del funcionamiento de la justicia española. Agosto es un mes inhábil. WTF! Pues resumiendo, que en veranito las cosas de palacio van despacio, y algunas, ni van. La empresa nos comunica su intención de empezar los trámites lo más pronto posible, de hecho nos dicen que al día siguiente (viernes 28) tenían intención de presentar concurso de acreedores.

Tomamos nota de estas cosas, apuntamos nuestras dudas, y el viernes 28 nos fuimos a la cita en el sindicato donde nos ayudaron a entender mejor nuestra situación, nos dieron algunos consejos y quedaron en estar atentos a ver qué aparecía sobre la empresa en el juzgado. La verdad es que estos se merecen un enorme “gracias” por su soporte durante todo el proceso, no solo este día. Algunas dudas que resolví:

Y van… 2 sueldos de deuda

El 3 de agosto nos confirman del sindicato que efectivamente la empresa había presentado algo en el juzgado, pero que era un preconcurso, no un concurso de acreedores. Esto nos asusta un poco porque parece ser que es algo que se suele presentar para alargar el plazo de negociación con los acreedores, pero es cierto que también se puede usar para agilizar el procedimiento concursal. El 8 de agosto la empresa nos informa de que tiene intención de presentar el ERE en septiembre, que es el proceso necesario para finalizar nuestra relación laboral con ellos y que es independiente del concurso de acreedores (el que nos permitiría cobrar la deuda).

Durante agosto no tuvimos más noticias de la empresa ni del juzgado. Lo que sí pudimos ver los desarrolladores es que el sector en Bilbao está a tope, y que hay una comunidad de la HOSTIA, así, con mayúsculas. La mayoría hicimos varias entrevistas y a finales de agosto los 6 desarrolladores ya habíamos cerrado algo con otras empresas aunque la entrada no fuera inmediata. Lo malo es que todos los sectores no están igual, y los compañeros de otros departamentos no tuvieron tanta suerte.

Y van… 3 sueldos de deuda

Llega septiembre y algo de movimiento. La empresa el día 1 nos comunica que sus abogados dicen que a comienzos de septiembre tramitarán el concurso y que este podría estar resuelto antes de fin de mes. Solicitamos a la empresa permiso por escrito para trabajar en otras empresas (para pluriemplearnos) por si alguien no puede esperar al ERE. Después de varias conversaciones y alguna excusa nos lo conceden. “Comienzos de septiembre” se va alargando y nosotros que somos unos impacientes preguntamos otra vez el día 12 que a ver cuando piensan presentar el concurso. Nos dicen que al día siguiente, el 13 de septiembre, pero que para el 28 o el 29 podría estar todo resuelto.

También nos informan de que necesitamos un representante para negociar las condiciones del ERE. ¿Negociar? ¿Condiciones? Dudas. Internet y el sindicato nos aclaran un poco y entre otras cosas nos confirman que podemos tener tres representantes y que en realidad poco hay que negociar si la empresa no tiene nada y teniendo en cuenta que todos (empresa y trabajadores) queremos que esto acabe cuanto antes. Tres compañeros se hicieron cargo de la burocracia pertinente (¡mil gracias!) como representantes y nos iban informando del asunto al resto. El 27 de septiembre la empresa nos comunica que ya tenemos adminsitrador concursal (el auto del juez es del 26) y nos cita para una reunión a tres bandas. (El 14 de octubre se publica en el BOE)

Y van… 4 sueldos de deuda

Después de varios cambios de fecha, empresa, trabajadores y administrador se reúnen el día 5 de octubre donde se nos hace una propuesta de ERE (para finalizar nuestra relación laboral) que nos parece correcta. También nos llega la carta del administrador concursal por ser acreedores, en la que según no sé qué ley (LECO Art. 85) nos solicita un escrito en el que tenemos que reclamar nuestra deuda y aportar un montón de documentación incluyendo importes, tipo de calificación de deuda, mis extractos bancarios de todo 2017… ¿Pero como va esto? ¿No saben ellos lo que me deben? Esto generó bastante ruido durante todo el mes, porque no teníamos claro como calcular la deuda. ¿Las vacaciones cuentan? ¿Bruto o neto? ¿Calificación? Si todavía no me han echado…¿La indemnización (20 días por año) también la tengo que calcular?

El 10 de octubre se presenta el ERE en el juzgado y el 27 de octubre nos llega el auto del juez aceptándolo y siendo el 25 de octubre la fecha efectiva del fin de nuestra relación laboral con la empresa. A partir de este día los que aún no han encontrado trabajo pueden ir a solicitar el paro. Ojo, ¡después de 4 meses sin cobrar! Aunque esto aún no ha acabado ¿Y nuestro dinero?

Total deuda: ~5 sueldos + vacaciones + indemnización

Después de hacer mil calculos para saber exactamente a cuánto ascendía la deuda y mil preguntas sobre la forma correcta de reclamarla, esto se arregló entre representantes, sindicato, abogado/asesoría de la empresa y administrador concursal. Todavía debo varias cervezas por todo esto porque finalmente poco más tuve que hacer yo aparte de entregar copias de mi vida laboral y mi contrato. El 9 de noviembre obtuvimos los certificados de deuda por parte de la empresa y el administrador para poder entregarselos a FOGASA.

Yo nunca había prestado mucha atención a los números de la nómina más allá del total, pero si que soy consciente de que el sueldo se suele negociar en “bruto” aunque solo se recibe el “neto”. Bueno, pues uno de los conceptos causantes de esa diferencia y que suele ser facilmente identificable en una nómina está destinado al desempleo y al FOndo de GArantía SAlarial (FOGASA). Una institución estatal a la que todos (mejor dicho casi todos) aportamos un poquito mes a mes para que en este tipo de circunstancias, donde una empresa se queda sin dinero, los trabajadores podamos cobrar al menos parte de nuestra deuda.

Bueno, pues es en FOGASA donde tienes que presentar el certificado de deuda (y unas cuantas fotocopias más) para poder cobrar, y allí estaba yo el martes 14 de noviembre con todo lo necesario. La indemnización y los sueldos se reclaman por separado y tienen diferentes límites y el plazo para cobrarlo parece que depende bastante de la comunidad o provincia. En nuestro caso, en Bilbao, nos informaron que era probable que cobraramos en 2 meses.

Ayer 28 de diciembre, día de los inocentes, cobré. Y no, no es broma :D

PD.1. Seis meses de culebrón, y lo peor es que he hablado con otra gente que ha estado en situaciones similares y casi que nos podemos considerar afortunados por tema de tiempos, permisos…

PD.2. No para todos ha acabado bien. Había algún becario/prácticas que por el tipo de contrato no va a cobrar de FOGASA.

PD.3. Si con todo este lío hacer la renta tiene alguna complicación ampliaré el post.

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Alberto Varela

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Alberto Varela

Full stack developer and Free Software lover based in Bilbao. He/Him/Él.